José Luis Manzano: el zar de los medios que apunta al litio catamarqueño

Hábil y sagaz como pocos, marcó el mundo de la política, los negocios y los medios de comunicación desde el retorno de la democracia. Su gran apuesta por litio ancasteño y la polémica naciente con el intendente Santillán.
Pasó casi desapercibido, en los principales medios vernáculos, el acuerdo alcanzado entre la minera australiana Latin Resources y la sociedad Integra Capital para la explotación de litio en la provincia de Catamarca. El anuncio –difundido por el diario especializado El Cronista Comercial y los principales medios de economía y negocios de Buenos Aires– detalló que el emprendimiento supone un desembolso de un millón de dólares para la exploración y extracción de litio, en las 77 mil hectáreas concesionadas a la minera en los departamentos de Ancasti y El Alto.
Rápido de reflejos, el intendente Rodolfo Santillán (JxC) salió a marcarle la cancha a los inversores y sentenció que será el pueblo ancasteño quien decidirá si hay o no licencia social para el desarrollo de la minería de litio. La advertencia no fue casual y estuvo dirigida especialmente al CEO de Integra Capital, José Luis Manzano. Un viejo lobo de la política que marcó a fuego su devenir en los 80 y los 90, para luego transformarse en un poderosísimo empresario multirubro, cuyo campo de operaciones abarca los medios de comunicación, las finanzas, la distribución de gas y electricidad, la producción de petróleo, la minería de uranio, y ahora… también la de litio.
Este mendocino, nacido en Tupungato hace 62 años, lidera junto a su socio, Daniel Vila, el segundo holding mediático de la Argentina detrás del Grupo Clarín. El Grupo Vila-Manzano controla 72 medios, en 17 provincias; entre los más emblemáticos, se destacan señales de televisión como AmericaTV y A24; emisoras radiales como La Red y Blue, y diarios como El Cronista Comercial y La Capital de Rosario.
El propio Manzano –en el sitio web de Integra Capital–se autopercibe como un “empresario argentino con un gran conocimiento acerca de la política pública en América Latina y los mercados emergentes globales”. Su definición no es para nada errada, pues a diferencia de la mayoría de los hombres de negocios, el sí fue (o es) un hábil político que ocupó altos cargos y tomó decisiones estructurales para la historia del país.
Si bien algunos cronistas afirman que militó en la agrupación de la derecha peronista Guardia de Hierro, sus inicios en la política se remontan con nitidez a los albores de la recuperación democrática, encarnando el arquetipo del joven dirigente, renovador y sociademócrata, que acompañó a Antonio Cafiero en su cruzada para modernizar al peronismo, y con muy buena sintonía con el entonces presidente radical Raúl Alfonsín.
No obstante, rápido saltó al menemismo triunfante a fines de los 80 para liderar el bloque de diputados oficialistas y luego ocupar el Ministerio del Interior. Integró el llamado tridente mendocino junto a Eduardo Bauzá y Roberto Dromi fundamentales para diseñar y ejecutar la política de desregulación del Estado y las privatizaciones. Le tocó gestionar en secuestro de Mauricio Macri y el atentando a la Embajada de Israel (el que prometió investigar hasta las últimas consecuencias), pero pasó a la historia como el supuesto autor de la sórdida frase “Robo para la Corona”, título del best seller del periodista Horacio Verbitsky en que denunció la corrupción del gobierno de Carlos Menem.
Fue ministro hasta diciembre de 1992, cuando emprendió viaje a EE.UU. Allí estudio inglés, finanzas y las complejidades de la política yankee. En 1995 creó una consultora, Integra Capital, con sede en Washington, Miami, Buenos Aires y Mendoza. Según los cronistas, durante los glamorosos 90 era común verlo en Miami, distendido, en los lujosos cafés de Ocean Drive.
Veinticinco años después Integra Capital es un tanque que avanza con tracción de orugas, lento pero imparable, hacia las serranías y salares catamarqueños. Ya se sabe que nuestra provincia, junto a Salta y Jujuy están enclavadas en el llamado Triángulo del Litio, zona que concentra el 85% de las reservas mundiales y que también abarca a norte chileno y el suroeste boliviano.
El litio es presente y sobre todo futuro. Es el mineral que hará mover al mundo de un modo más limpio y sustentable que los hidrocarburos. Las proyecciones del negocio son multimillonarias y este sagaz mendocino lo sabe. Desde hace cuatro décadas, opera entre claroscuros, conociendo al dedillo los secretos más intrigados del poder.
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