La industria de la carne en caída libre
Producto del aislamiento por la pandemia de coronavirus y de la pérdida de poder adquisitivo que sufre la mayoría de los argentinos, el consumo de carne vacuna experimenta una baja pocas veces vista en los últimos años.
«Se consume menos carne porque la gente se quedó sin plata; porque las tarjetas no dan más. El que abonaba con crédito ya tiene los números en rojo y aquel que se anotaba en la libreta del carnicero acumuló tanta deuda que no tiene cómo pagar», indicó el presidente de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes (Ciccra), Miguel Schiariti.
Según el último relevamiento de la entidad, el consumo de carne vacuna por habitante registró en junio una caída interanual del 3,4% hasta los 50,5 kg/año, el más bajo de todos los meses de junio desde 2011. «Sobre julio todavía no sabemos, pero estimamos que va a ser más baja», agregó Schiariti.
«La cuarentena influye, porque la gente está en casa y no puede salir a laburar. Incluso hubo algunas carnicerías de barrios muy populares que debieron cerrar de forma definitiva, porque normalmente esos carniceros trabajaban más a la tarde que a la mañana, cuando sus clientes volvían de changuear», manifestó.
Sin embargo, para el empresario Alberto Samid la caída del consumo de carne se atribuye a que todas las parrillas y restaurantes permanecen cerradas, al igual que los hoteles. «La ausencia de turistas tiene mucho que ver. También, que no hay reuniones con amigos o familiares con quien podés compartir un asado», explicó.
Asimismo, aclaró que «la carne está barata con relación a lo demás; así que creo que cuando se solucione todo esto y el mundo vuelva a la normalidad, seguramente habrá un escenario mejor». Mientras tanto, el consultor Juan Luis Uccelli aseguró que «en el resumen del primer semestre, en vez de caer en el consumo, aumentamos un 7%».
«Esto en parte se debe a que los cortes al público se encuentran entre un 30% a un 70% más barato que el vacuno», explayó el especialista y completó: «Los mas consumidos son la costillita de cerdo o carré y el pechito. Y entre los mas baratos y en fuerte aumento en el consumo están el jamón y la paleta (ambos cortes frescos de la pata trasera y delantera del cerdo, no el fiambre)».
El veganismo, en ascenso
Los cambios de hábitos alimentarios también pueden influir en la caída del consumo de carne. Según el censo de Unión Vegana Argentina (UVA), se estima que el 9% de los argentinos lleva una alimentación vegetariana o vegana, lo que corresponde a más de cuatro millones de personas.
«En mi opinión, este número irá creciendo, y puedo verlo en las consultas online en esta etapa de la pandemia y también en el consultorio, así como lo visualizo con otros colegas», dijo a Crónica la Licenciada en Nutrición Sofía Braticevic Culacclati MN (8865) MP (4553) (@sofiabcnutricion). En ese sentido, agregó que «Cada vez más gente comienza a preocuparse por los efectos del consumo excesivo de carnes».
«Sea cual fuere la elección y la motivación de la persona, lo importante es siempre respetar al otro, y entender que la reducción del consumo de carnes es un patrón saludable avalado científicamente», aseguró la profesional de la salud, quien destacó: «Es notable que hoy en día los chicos, ya desde muy pequeños o adolescentes, manifiesten su deseo de no querer comer carnes. Muchas veces esto proviene de una motivación propia sin que los padres tengan injerencia alguna. Recomiendo siempre consultar a un Licenciado en Nutrición y/o nutricionista especialista en Nutrición vegetariana/vegana para que los pueda guiar».
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