Una multitud peregrinó junto a la Virgen del Valle

En la tarde de este miércoles 8 de diciembre se realizó la Solemne Procesión en honor de la Pura y Limpia Concepción del Valle en el Óvalo del Parque Adán Quiroga, en la vuelta a la presencialidad interrumpida por el Covid 19. Este gran espacio verde posibilitó la participación de una multitud de devotos, con mínimos riesgos de contagio en el contexto de pandemia. Con la colaboración de agentes sanitarios, se propició que todos tengan puestos los barbijos y observaran las recomendaciones de las autoridades de Salud.
La ceremonia, para honrar a la más excelsa intercesora ante Dios que tiene el pueblo cristiano, fue encabezada por el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, y sacerdotes del clero local y de otras diócesis. Participaron también el gobernador de la provincia Lic. Raúl Jalil, el Vicegobernador Rubén Dusso, y miembros del gabinete; los intendentes de la Capital Dr. Gustavo Saadi y de Fray Mamerto Esquiú Dr. Guillermo Ferreyra, legisladores y otras autoridades civiles y de las fuerzas de seguridad.
La transmisión a través de las redes sociales comenzó con la animación del ministerio de Música Yanai y otros músicos, y la conducción de un grupo de laicos guiados por el sacerdote recientemente ordenado, Martín Brizuela.
Al son de la Banda de Música de la Policía de la Provincia, la Venerada imagen de la Pura y Limpia Concepción del Valle fue portada hasta el lugar donde permaneció mientras recibía el homenaje de los devotos de Catamarca, el NOA y otros puntos del país, que pasaron frente a Ella. Junto a la Virgen fue ubicada la imagen del Beato Mamerto Esquiú, a quien dedicamos un Año Diocesano que concluirá el 10 de enero próximo. Ambas imágenes fueron escoltadas por Policías de la provincia y sacerdotes.
Con el paso de la Cruz Procesional comenzaron a desfilar las más 70 agrupaciones e instituciones inscriptas, que fueron nombradas una a una. Quienes pasaron frente a la Imagen, portaban pancartas que los identificaban, imágenes de la Virgen o de sus santos patronos, y la saludaron con la emoción reflejada en sus rostros. También desfilaron numerosos misachicos cuyos integrantes se arrodillaron ante la Virgen, para luego proseguir su camino. Mientras esto sucedía, grupos de familias -adultos, jóvenes y niños- y de amigos, se apostaron en distintos lugares del enorme espacio verde, esperando el momento de sumarse a la Procesión. Sentados en sillas que ellos llevaron o directamente en el pasto, rezaban, cantaban y hacían palmas al ritmo de los cantos marianos que se escuchaban en todo el predio.
Se elevaron preces por los peregrinos que, cansados, con los pies llagados pero el corazón lleno de gozo, ofrecieron nuevamente un gran testimonio de amor a la Madre del Valle. Por su parte, los usuarios de las redes sociales de la Catedral y del Obispado, como también de cuantos retransmitieron, expresaban acciones de gracias y pedidos dirigidos a la Santísima Virgen.
La Sagrada Imagen inicia su recorrido
Al término del paso de las delegaciones, poco antes de las 18.30, la Venerada imagen de la Virgen del Valle comenzó a circunvalar el Óvalo del Parque. A lo largo del recorrido, distintos grupos fueron turnándose para transportarla sobre sus hombros, entre ellos representantes de Salud, Gendarmería, Defensa Civil, Servidores Marianos y Policía de la Provincia. En su desplazamiento fue acompañada por la imagen de nuestro Beato Esquiú, que era llevado en andas por seminaristas catamarqueños y de otras diócesis.
Previamente se puso en marcha el Obispo Diocesano junto con los sacerdotes y religiosas. Y detrás de la Imagen, caminaron las autoridades civiles, familias y devotos en general.
A medida que avanzaban se fueron desgranando los misterios gloriosos del Santo Rosario, intercalados con cantos, vivas y reflexiones. Mientras tanto, en ambos lados del recorrido, con pañuelos en alto, banderines y las gargantas ceñidas por la viva experiencia de amor filial, saludaban el paso de la Madre hijos de estas tierras catamarqueñas y de otros lares.
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